La leyenda urbana del «Submarinista en un incendio» es una de las historias más extrañas y perturbadoras que circulan en internet, conocida por su mezcla de sorpresa, ironía y misterio.
El Submarinista en un Incendio
En los años 90, en una zona boscosa del noroeste de Estados Unidos (aunque hay versiones que sitúan el caso en Australia o Canadá), los bomberos fueron llamados para sofocar un incendio forestal de gran magnitud. Las llamas consumían hectáreas de árboles, y decenas de unidades trabajaban sin descanso por tierra y aire, incluyendo helicópteros con cubos gigantes que recolectaban agua de lagos cercanos para lanzarla sobre el fuego.
Tras varios días de combate contra las llamas, el incendio empezó a ceder. Fue entonces cuando uno de los equipos terrestres, al revisar una zona calcinada, hizo un hallazgo desconcertante: entre los restos carbonizados del bosque, yacía el cadáver de un hombre con traje de neopreno, tanque de oxígeno y aletas. Un submarinista. En medio del bosque.
Los equipos de emergencia estaban perplejos. ¿Qué hacía un buzo completamente equipado en una zona remota de montaña, lejos de cualquier masa de agua significativa? La teoría oficial, aunque difícil de creer, fue la siguiente:
Durante la operación de extinción del fuego, uno de los helicópteros había llenado su cubo gigante de agua desde un lago cercano. Sin saberlo, también había recogido accidentalmente al submarinista que buceaba en ese momento. El hombre fue succionado junto con el agua y luego arrojado sobre el incendio, cayendo desde gran altura, muriendo al instante o poco después, y quedando tendido en el suelo calcinado.
Los forenses no lograron determinar con certeza el momento exacto de la muerte, y el informe quedó lleno de vacíos. La historia, sin embargo, no tardó en circular entre los bomberos, los paramédicos y, más tarde, por todo internet, ganando fuerza como una leyenda urbana.
¿Verdad o mito?
Hasta hoy, no existe ninguna evidencia oficial o verificable que confirme el caso. No hay registros en informes de cuerpos de bomberos ni reportes policiales que documenten el hallazgo de un buzo en un incendio forestal. Todo parece indicar que se trata de una leyenda urbana, surgida quizás como una broma macabra entre rescatistas, o como una advertencia sobre lo impredecible de la vida… y de la muerte.