Patatas con costillas de cerdo

Las patatas con costillas son un plato tradicional, sencillo y muy económico, de los que siempre triunfan en la mesa. Y no necesitamos complicarnos mucho para hacer un buen guiso.

Patatas con costillas de cerdo

Las patatas con costillas de cerdo son un guiso tradicional, sabroso y reconfortante, perfecto para los días frescos. Aquí tienes la receta clásica, tal como se prepara en muchos hogares

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Tiempo de preparación 15 minutos minutos

Tiempo de cocción 20 minutos minutos

Tiempo Total 35 minutos minutos

Plato Plato principal

Cocina Española

Raciones 4 personas

Calorías 261 kcal

Ingredientes

  

• • 500 g de costillas de cerdo (mejor troceadas)

  • 1 kg de patatas (variedad Kennebec o similar)

  • 1 cebolla grande

  • 2 dientes de ajo

  • 1/2 pimiento rojo (opcional)

  • 1 cucharadita de pimentón dulce

  • 1 hoja de laurel

  • 1 vaso de vino blanco

  • 500 ml de caldo de carne (o agua)

  • Aceite de oliva virgen extra

  • Sal y pimienta negra

Instrucciones

 

1. Dorar las costillas:

• • Salpimenta las costillas.

  • En una cazuela con aceite caliente, dóralas por todos los lados (unos 10 minutos).

  • Retira y reserva.

2. Sofrito:

• • En la misma cazuela, añade más aceite si es necesario.

  • Sofríe la cebolla, el ajo y el pimiento picados hasta que estén dorados.

  • Incorpora el pimentón. Remueve bien.

3. Añadir patatas y guisar:

• • Pela y chasca las patatas (rompiéndolas con el cuchillo para que suelten almidón).

  • Añádelas al sofrito junto con las costillas.

  • Vierte el vino blanco y deja evaporar el alcohol.

  • Añade el caldo caliente y la hoja de laurel.

  • Cocina a fuego medio durante 45–60 minutos, hasta que las patatas estén tiernas y el caldo haya espesado.

4. Servir:

• • Rectifica de sal y pimienta.

  • Sirve caliente, acompañado de pan rústico.

Notas

Consejo de abuela: Este guiso mejora al día siguiente. Puedes añadir unas ramitas de romero o tomillo para aromatizar.

El guiso de patatas cocidas con costilla de cerdo es un clásico reconfortante de la cocina española, ideal para los días frescos y lleno de sabor casero.
Este plato tradicional se prepara en muchas regiones de España, especialmente en otoño e invierno, y destaca por su sencillez, economía y capacidad para reunir a la familia en torno a la mesa.

Un plato con alma

• Versatilidad: se puede adaptar con verduras de temporada, cambiar el tipo de carne o añadir un toque picante.
• Origen popular: muchas versiones provienen de recetas familiares transmitidas por generaciones, como las que hacían las abuelas del norte de España.
• Toques especiales: algunos cocineros como Karlos Arguiñano lo aromatizan con azafrán y lo preparan en olla exprés para ahorrar tiempo sin perder sabor.

Curiosidades

• El corte irregular de las patatas no es solo estético: ayuda a que el guiso tenga cuerpo.
• Aunque es típico de los meses fríos, hay quienes lo disfrutan todo el año por su sabor profundo y reconfortante.